sábado, 14 de septiembre de 2019

Capítulo 43 - Cuestión de señales

Poco tiempo antes de que yo viajara a México, Laura le había pedido a Dios que este viaje le sirviera a ella de última señal para entender si yo era la persona con la cual ella debía estar por el resto de su vida. No tenía dudas de su amor por mí; sin embargo, le pedía esto como certificado de aprobación divina: que yo fuera capaz de dejar todo lo que tuviera en la Argentina por amor a ella y que, a pesar de todos los impedimentos que habían para que yo realizara el viaje, pudiera finalmente aparecer por la puerta de desembarque en la tierra de los mariachis.
Por lo tanto, una vez que estuvimos frente a frente en el aeropuerto su oración había sido contestada, y su seguridad de que Dios aprobaba nuestro amor estaba confirmada.

El siguiente paso a dar como novios, era analizar las posibilidades de casamiento. Y como ya habrán visto, esta decisión dependía del tiempo que el papá de Laura necesitara para aceptar que su hija debía independizarse, cosa que lo tenía sumamente traumado.
Frente a este panorama, una tarde nos pusimos a orar con Laura, pidiéndole a Dios que nos fuera dando respuestas a las incertidumbres. En su caso, ella se atrevió a pedirle que antes de fin de año Dios fuese claro con nosotros y nos hiciese saber cuándo debíamos casarnos y que preparara las condiciones para ello. Y Dios contestó. No de la manera que hubiésemos querido, pero contestó.
Por eso es que Laura me dijo que si volvía a la Argentina, era para casarse, en aquella memorable sobremesa. Otra vez, su oración había sido respondida. El casamiento era nuestro próximo paso.

Preguntas para interactuar:

¿Has buscado la aprobación de Dios en tu noviazgo?
¿Cuánto tiempo de oración han invertido en ello?

Conoce más acerca de nosotros en www.ministerioenconstruccion.com
Descarga el libro completo ahora mismo -->> http://www.librosconvoz.com/#!/producto/48/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario