Por medio de un pastor amigo llamado Carlos, recibí la invitación para ir a pastorear jóvenes en su iglesia, en la ciudad de Rafaela. ¡Era apasionante ver uno de mis mayores sueños alcanzados!
Mi primer trabajo a tiempo completo como pastor de jóvenes a los cuales darles mi atención y ayuda. ¿Qué más pedir?
Antes de viajar a Canadá había finalizado un bachillerato en Teología, así que este año en esta iglesia sería una especie de práctica para que en el futuro me ordenaran oficialmente al pastorado.
¡Estaba feliz! ¡Haciendo lo que me gustaba, sintiéndome útil en hacerlo… y obteniendo un salario por ello!
Pero ustedes saben que en lo profundo de mi corazón, aún había algo muy fuerte que palpitaba y que las ocupaciones diarias no podían hacer olvidar… mis sentimientos hacia Laura.
Sin querer, o queriéndolo, la realidad es que seguimos en contacto, y los mails y mensajes de texto iban y venían de la Argentina a México, como en los viejos tiempos cuando el que estaba fuera
del país era yo.
Preguntas para interactuar:
¿Qué debía hacer? ¿Cortar definitivamente mi amistad con Laura?
¿O continuar en la dulce espera de algún día volvernos a ver?
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jueves, 22 de diciembre de 2016
jueves, 1 de diciembre de 2016
Capítulo 12 - Valió la pena
Tratando de evacuar toda duda al respecto, con Laura pactamos hacer un ejercicio espiritual diario que nos lleve a tomar buenas decisiones. Cada día teníamos una cita con Dios de 15:30 a 16:30, en la cual le pedíamos que nos ayudara a resolver nuestros dilemas existenciales de trabajo y amor.
Entre tanto, sin demasiadas expectativas, pudimos tener un tercer encuentro en Buenos Aires, y aunque siempre veíamos nuestros encuentros como si fueran el último, este definitivamente lo sería.
En días más ella partiría a México a cumplir con lo que Dios había puesto en su corazón como misión, y yo ya estaba en trámites por visitar una iglesia de la cual había recibido una invitación no muchos días antes.
Fue en esta oportunidad cuando nos dijimos por primera vez “te amo”, y sentimos la vulnerabilidad que se puede llegar a tener cuando se lo dice de verdad y a corazón abierto.
Finalmente nos dijimos adiós, nos deseamos un feliz y radiante futuro en el lugar que Dios quisiera que estemos, con la persona que Él nos presente en el camino; y en un mar de lágrimas, solo atinamos a hacer juntos una oración a Dios, encomendándonos a Él, rogándole que si había alguna remota posibilidad de pedirle un milagro, hiciera lo posible por que nuestros caminos volvieran a cruzarse para siempre, ya que solo Él podía llegar a hacerlo.
Coincido con Laura, cuando decía que aunque nunca más nos hubiéramos vuelto a ver, de todas maneras había valido la pena haber intentado conocernos y disfrutar tanto el uno del otro.
Preguntas para interactuar:
¿Has permitido que Dios intervega en tus decisiones sentimentales?
¿Qué ejercicio espiritual te ha dado resultado?
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Entre tanto, sin demasiadas expectativas, pudimos tener un tercer encuentro en Buenos Aires, y aunque siempre veíamos nuestros encuentros como si fueran el último, este definitivamente lo sería.
En días más ella partiría a México a cumplir con lo que Dios había puesto en su corazón como misión, y yo ya estaba en trámites por visitar una iglesia de la cual había recibido una invitación no muchos días antes.
Fue en esta oportunidad cuando nos dijimos por primera vez “te amo”, y sentimos la vulnerabilidad que se puede llegar a tener cuando se lo dice de verdad y a corazón abierto.
Finalmente nos dijimos adiós, nos deseamos un feliz y radiante futuro en el lugar que Dios quisiera que estemos, con la persona que Él nos presente en el camino; y en un mar de lágrimas, solo atinamos a hacer juntos una oración a Dios, encomendándonos a Él, rogándole que si había alguna remota posibilidad de pedirle un milagro, hiciera lo posible por que nuestros caminos volvieran a cruzarse para siempre, ya que solo Él podía llegar a hacerlo.
Coincido con Laura, cuando decía que aunque nunca más nos hubiéramos vuelto a ver, de todas maneras había valido la pena haber intentado conocernos y disfrutar tanto el uno del otro.
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jueves, 17 de noviembre de 2016
Capítulo 11 - Vivir del aire
Sabiendo que no podía vivir del aire, me encontraba buscando una iglesia donde pstorear. En esto estaba, cuando se presentó otro viaje para ver a Laura.
No cabía duda que cuanto más nos conocíamos, más veíamos la atracción que teníamos el uno por el otro, y la facilidad que teníamos para entendernos y adaptarnos mutuamente.
Pero entre tantas risas y diversión, llegábamos a la conclusión que no tenía sentido seguir insistiendo con este sentimiento, si veíamos que las condiciones para un posible noviazgo no estaban dadas.
Laura debía ir a México a estar con su familia, desarrollar su trabajo pastoral y seguir capacitándose teológicamente. Y yo no tenía paz en mi corazón en cuanto a acompañarla.
¿Cómo que no tenía paz? ¿Cómo limitarme a un simple sentimiento estando en juego uno de los pasos más importantes de mi vida?
El viaje a México hubiese sido algo muy importante, no solo para proyectar nuestra relación, sino para pastorear personas de otra cultura desde un país super estratégico... ¿Por qué no aceptar el desafío entonces? ¿De qué clase de amor estamos hablando cuando está supeditado al hecho de “tener paz”? Y es que parte de las decisiones en la relación entre Dios y el hombre, muchas veces se definen a través de la sensación de paz frente a lo que uno hace, lo cual para unos puede ser muy bueno, y para otros significar un error inadmisible.
Preguntas para interactuar:
¿Qué implicancia tiene la creencia en Dios en la definición de un noviazgo?
Si el enamoramiento es un torbellino de sentimientos, ¿de qué paz estamos hablando?
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No cabía duda que cuanto más nos conocíamos, más veíamos la atracción que teníamos el uno por el otro, y la facilidad que teníamos para entendernos y adaptarnos mutuamente.
Pero entre tantas risas y diversión, llegábamos a la conclusión que no tenía sentido seguir insistiendo con este sentimiento, si veíamos que las condiciones para un posible noviazgo no estaban dadas.
Laura debía ir a México a estar con su familia, desarrollar su trabajo pastoral y seguir capacitándose teológicamente. Y yo no tenía paz en mi corazón en cuanto a acompañarla.
¿Cómo que no tenía paz? ¿Cómo limitarme a un simple sentimiento estando en juego uno de los pasos más importantes de mi vida?
El viaje a México hubiese sido algo muy importante, no solo para proyectar nuestra relación, sino para pastorear personas de otra cultura desde un país super estratégico... ¿Por qué no aceptar el desafío entonces? ¿De qué clase de amor estamos hablando cuando está supeditado al hecho de “tener paz”? Y es que parte de las decisiones en la relación entre Dios y el hombre, muchas veces se definen a través de la sensación de paz frente a lo que uno hace, lo cual para unos puede ser muy bueno, y para otros significar un error inadmisible.
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jueves, 10 de noviembre de 2016
Capítulo 10 - Qué bueno estar juntos
Ya sabía que el 27 de julio estaría en la Argentina, y tan pronto como pasa el tiempo llegué a mi país.
Después de unos días de estar con mi mamá, visitar otros familiares e invertir tiempo con amigos, viajé a Buenos Aires para encontrarme con Laura.
Nos vimos ese día. ¡Y qué maravilloso fue volver a vernos! Paseamos por diferentes lugares que habíamos visitado el pasado año, charlamos mucho así tanto como nos miramos, intercambiamos experiencias personales, etc. ¿Qué más decir? Estaba fascinado con ella, era la mujer más maravillosa que había conocido. ¡Qué bueno es estar juntos! fue la conclusión en común.
Con todo, esto era demasiado bueno como para durar por mucho tiempo, y en breve ya se presentó un inconveniente. Ella había resuelto viajar próximamente a México.
Así que, después de una maravillosa jornada, regresé nuevamente a mi casa sin mayores soluciones a nuestro dilema sentimental.
Preguntas para interactuar:
¿Fue negligente volver a vernos sabiendo que otra vez estaríamos distanciados?
¿Era necesario meter "el dedo en la llaga" sabiendo que no podíamos llegar a nada?
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Después de unos días de estar con mi mamá, visitar otros familiares e invertir tiempo con amigos, viajé a Buenos Aires para encontrarme con Laura.
Nos vimos ese día. ¡Y qué maravilloso fue volver a vernos! Paseamos por diferentes lugares que habíamos visitado el pasado año, charlamos mucho así tanto como nos miramos, intercambiamos experiencias personales, etc. ¿Qué más decir? Estaba fascinado con ella, era la mujer más maravillosa que había conocido. ¡Qué bueno es estar juntos! fue la conclusión en común.
Con todo, esto era demasiado bueno como para durar por mucho tiempo, y en breve ya se presentó un inconveniente. Ella había resuelto viajar próximamente a México.
Así que, después de una maravillosa jornada, regresé nuevamente a mi casa sin mayores soluciones a nuestro dilema sentimental.
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jueves, 3 de noviembre de 2016
Capítulo 9 - ¿Cómo sigue esto?
Aún con lo “mayorcitos” que éramos en ese momento, con Laura teníamos algo fijo en nuestra mente: habíamos esperado tantos años por encontrar al amor de nuestra vida, que no tomaríamos una decisión a la ligera.
Sabíamos la seriedad que requiere el tema, y éramos conscientes de que las emociones y sentimientos son tan inestables, que mejor no jugar con ellos. Pero bien, ¡ahora estábamos frente a una instancia para nada esperada!
Ayer le había contado a Laura lo que sentí por ella; y hoy supe que ella había sentido lo mismo por mí, ¡habiéndolo negado durante tanto tiempo!
Entonces, ¿cómo seguir de aquí en adelante? ¡Qué mezcla de sensaciones tenía en mí! ¡Qué cantidad de confusiones en solo dos días!
Preguntas para interactuar:
¿Estás de acuerdo con los noviazgos pasajeros?
¿Cuánto afecta a los sentimientos propios y ajenos?
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Sabíamos la seriedad que requiere el tema, y éramos conscientes de que las emociones y sentimientos son tan inestables, que mejor no jugar con ellos. Pero bien, ¡ahora estábamos frente a una instancia para nada esperada!
Ayer le había contado a Laura lo que sentí por ella; y hoy supe que ella había sentido lo mismo por mí, ¡habiéndolo negado durante tanto tiempo!
Entonces, ¿cómo seguir de aquí en adelante? ¡Qué mezcla de sensaciones tenía en mí! ¡Qué cantidad de confusiones en solo dos días!
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jueves, 27 de octubre de 2016
Capítulo 8 - Un revés inesperado
Como todos sabemos, esos malentendidos sentimentales generalmente provocan un quiebre en la amistad, así que esa noche me dediqué a tratar de salvar nuestra amistad.
Inesperadamente al día siguiente, al abrir mi casilla de correo, me encontré con un nuevo mail de Laura… hummm… ¿qué hacer? ¿Abrirlo y sentirme peor de lo que estaba al leer nuevos comentarios sobre mi fallida expresión de la noche anterior? ¿O bien… eliminarlo directamente?
He aquí la cuestión… pero… ¿podría haber resistido la presión de no saber qué decía, aunque quizás fueran palabras no del todo agradables?
Finalmente me arriesgué a abrir el mail y, sin dudas, me encontré con una gran sorpresa.
Llegó el turno de Laura de sincerarse conmigo, y comentarme que aún con la postura y reacción que había tenido la noche pasada, efectivamente ella también tenía sentimientos hacia mí, y aunque era una sensación del todo extraña para ella, debía confesar que yo también le llamaba mucho la atención.
Entre otros detalles, el mail mencionaba que tenía mucho miedo en arriesgarse a avanzar en nuestra relación, ya que a su criterio aún no me conocía demasiado bien.
Allí supe la importancia de su viaje por Bolivia y Perú junto a las decisiones que tomó en cuanto a su carrera como en su vida sentimental.
Preguntas para interactuar:
¿Has dejado pasar la oportunidad de confesarle tu amor al otro por falta de valor?
¿Cuáles fueron esos miedos que te impidieron enfrentar con valor la situación?
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Inesperadamente al día siguiente, al abrir mi casilla de correo, me encontré con un nuevo mail de Laura… hummm… ¿qué hacer? ¿Abrirlo y sentirme peor de lo que estaba al leer nuevos comentarios sobre mi fallida expresión de la noche anterior? ¿O bien… eliminarlo directamente?
He aquí la cuestión… pero… ¿podría haber resistido la presión de no saber qué decía, aunque quizás fueran palabras no del todo agradables?
Finalmente me arriesgué a abrir el mail y, sin dudas, me encontré con una gran sorpresa.
Llegó el turno de Laura de sincerarse conmigo, y comentarme que aún con la postura y reacción que había tenido la noche pasada, efectivamente ella también tenía sentimientos hacia mí, y aunque era una sensación del todo extraña para ella, debía confesar que yo también le llamaba mucho la atención.
Entre otros detalles, el mail mencionaba que tenía mucho miedo en arriesgarse a avanzar en nuestra relación, ya que a su criterio aún no me conocía demasiado bien.
Allí supe la importancia de su viaje por Bolivia y Perú junto a las decisiones que tomó en cuanto a su carrera como en su vida sentimental.
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jueves, 20 de octubre de 2016
Capítulo 7 - Confesiones de chat
Estando una noche en el chat, apareció Laura en línea… y no pude evitar iniciar el diálogo con ella.
Cada uno comenzó a contar lo de su vida diaria por esas semanas, y de un momento a otro me encontré contándole lo sucedido con Amanda, y mis sentimientos confundidos por otra truncada posibilidad en lo sentimental.
Estábamos en medio del chateo, cuando de repente ¡zassss!, cometo un grave error...
Entre línea y línea, le dije esto:
–"Es más o menos como lo que pasó entre nosotros".
Laura: –¿Eh? ¿“Entre nosotros”?
Walter: –Sí, entre nosotros…
Laura: –¿Qué quieres decir con eso de “entre nosotros”?
Walter: –Bueno, quiero decir que hubo algún tipo de sentimientos cuando nos conocimos, o algo así...
Laura: –No, no... habrán sido sentimientos de tu parte, yo no tuve ese tipo de sentimientos…
Walter: –Bueno, Laura, perdóname… no fue la frase apropiada, esteeehh, me equivoqué en el término… (bla, bla, bla).
Y así me pasé gran parte de la noche tratando de solucionar el grave inconveniente que había generado.
Preguntas para interactuar:
¿Es apropiado hablar de amores con quien te gustó en alguna oportunidad?
¿Vale la pena sincerarse con un amor no correspondido en el pasado?
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Cada uno comenzó a contar lo de su vida diaria por esas semanas, y de un momento a otro me encontré contándole lo sucedido con Amanda, y mis sentimientos confundidos por otra truncada posibilidad en lo sentimental.
Estábamos en medio del chateo, cuando de repente ¡zassss!, cometo un grave error...
Entre línea y línea, le dije esto:
–"Es más o menos como lo que pasó entre nosotros".
Laura: –¿Eh? ¿“Entre nosotros”?
Walter: –Sí, entre nosotros…
Laura: –¿Qué quieres decir con eso de “entre nosotros”?
Walter: –Bueno, quiero decir que hubo algún tipo de sentimientos cuando nos conocimos, o algo así...
Laura: –No, no... habrán sido sentimientos de tu parte, yo no tuve ese tipo de sentimientos…
Walter: –Bueno, Laura, perdóname… no fue la frase apropiada, esteeehh, me equivoqué en el término… (bla, bla, bla).
Y así me pasé gran parte de la noche tratando de solucionar el grave inconveniente que había generado.
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¿Vale la pena sincerarse con un amor no correspondido en el pasado?
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jueves, 13 de octubre de 2016
Capítulo 6 - Mi compañera de trabajo
En el campamento canadiense donde trabajaba se sumó un grupo de colaboradores que estarían trabajando con niños durante las vacaciones de verano. Junto a ese grupo de jóvenes trabajadores, llegó Amanda.
Dada mi limitación en la comunicación del idioma inglés, mi diálogo con ella no fue más que un “nice to meet you” el primer día que nos vimos, y algún cruce de palabras las veces que por alguna razón tuvimos que trabajar juntos.
No obstante, evidentemente de alguna manera capté su atención, y a causa de esto, ella buscó la manera de poder estrechar una mayor relación conmigo. La amistad fue creciendo, y junto a eso, la crucial pregunta de toda persona que anhela encontrar su pareja, ¿será esta mi media naranja?
Fuimos hablando bastante con Amanda acerca de nuestros sueños, de los propósitos por alcanzar, del futuro, de su historia, de mi amistad con Laura, etc. Y si bien la ambición de pastorear, formar una familia pronto, y la atracción física eran elementos que teníamos en común –lo cual podría ser un buen punto de partida–, ambos sabíamos que habían muchos factores en contra: el desconocimiento del otro, nuestra barrera cultural que tanto se notaba, la carencia de tener un mismo idioma con el cual transmitir apropiadamente los pensamientos en profundidad, las distancias geográficas de nuestras familias, los compromisos inmediatos luego de mi retorno a la Argentina, el poco tiempo que me quedaba en Canadá, y demás…
Preguntas para interactuar:
¿Cuánta empatía se debe tener para suponer que un noviazgo va a funcionar?
¿Puede la cultura ser un motivo para que un noviazgo no funcione?
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Dada mi limitación en la comunicación del idioma inglés, mi diálogo con ella no fue más que un “nice to meet you” el primer día que nos vimos, y algún cruce de palabras las veces que por alguna razón tuvimos que trabajar juntos.
No obstante, evidentemente de alguna manera capté su atención, y a causa de esto, ella buscó la manera de poder estrechar una mayor relación conmigo. La amistad fue creciendo, y junto a eso, la crucial pregunta de toda persona que anhela encontrar su pareja, ¿será esta mi media naranja?
Fuimos hablando bastante con Amanda acerca de nuestros sueños, de los propósitos por alcanzar, del futuro, de su historia, de mi amistad con Laura, etc. Y si bien la ambición de pastorear, formar una familia pronto, y la atracción física eran elementos que teníamos en común –lo cual podría ser un buen punto de partida–, ambos sabíamos que habían muchos factores en contra: el desconocimiento del otro, nuestra barrera cultural que tanto se notaba, la carencia de tener un mismo idioma con el cual transmitir apropiadamente los pensamientos en profundidad, las distancias geográficas de nuestras familias, los compromisos inmediatos luego de mi retorno a la Argentina, el poco tiempo que me quedaba en Canadá, y demás…
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jueves, 6 de octubre de 2016
Capítulo 5 - Una amistad compleja
Pasadas las semanas, el contacto con Laura ya no era tan frecuente.
Paralelamente, lo que para mí estaba siendo todo un avance en superar mi instancia sentimental, para Laura era lo contrario. Resulta que dada su necesidad de aclarar ciertas cuestiones en su corazón, y aprovechando las vacaciones de verano argentinas, en el mes de febrero de 2006 decidió escaparse de la vorágine porteña y hacer un viaje a Bolivia y Perú donde poder estar sola y, en medio de la naturaleza, tratar de acomodar sus ideas y pensamientos, para regresar a la rutina con conceptos más claros.
Los últimos meses del año pasado y el comienzo de un nuevo año estaban cargados de incertidumbre sobre su futuro, su cada vez más fuerte vocación al pastorado y la novedad de un chico muy interesado en su amistad. Si aceptaba desarrollar su faceta pastoral, debía poner en duda su deseo de seguir la carrera política, pues no encontraba una reconciliación entre ambas cosas. Y si aceptaba su futuro pastoral, ¡ya no resultaba tan repulsivo casarse con un pastor!
Preguntas para interactuar:
¿Qué porcentaje de racionalidad o impulsividad debe tener un noviazgo para que sea exitoso?
¿Quién debía tomar la iniciativa en demostrar interés por el otro para que la relación avance?
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Paralelamente, lo que para mí estaba siendo todo un avance en superar mi instancia sentimental, para Laura era lo contrario. Resulta que dada su necesidad de aclarar ciertas cuestiones en su corazón, y aprovechando las vacaciones de verano argentinas, en el mes de febrero de 2006 decidió escaparse de la vorágine porteña y hacer un viaje a Bolivia y Perú donde poder estar sola y, en medio de la naturaleza, tratar de acomodar sus ideas y pensamientos, para regresar a la rutina con conceptos más claros.
Los últimos meses del año pasado y el comienzo de un nuevo año estaban cargados de incertidumbre sobre su futuro, su cada vez más fuerte vocación al pastorado y la novedad de un chico muy interesado en su amistad. Si aceptaba desarrollar su faceta pastoral, debía poner en duda su deseo de seguir la carrera política, pues no encontraba una reconciliación entre ambas cosas. Y si aceptaba su futuro pastoral, ¡ya no resultaba tan repulsivo casarse con un pastor!
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jueves, 29 de septiembre de 2016
Capítulo 4 - Entre conocimiento y debate
Los meses íban transcurriendo y la comunicación no se veía afectada; más bien, tratábamos de hacerla lo más fluida posible. Así pues, solíamos hablar mucho y en manera profunda.
Uno de los temas más interesantes y riesgosos que debatíamos, era el del noviazgo y matrimonio. En su caso, ella estaba completamente concentrada en sus estudios de Ciencias Políticas, idioma francés como autodidacta, y soñaba con llegar a obtener una maestría en Teología. Sus planes de conocer Francia por su apego al idioma; visitar Israel por su fuerte relación con el cristianismo; y seguir descubriendo lugares de su amada Latinoamérica por cuestiones sociopolíticas.
En mi caso, mi meta era disfrutar del año que tenía por delante en Canadá, para luego volver a la Argentina a comenzar mi pastorado de fuerte inclinación juvenil. Junto a eso, se presentaba en forma clara la necesidad de encontrar a la mujer con la cual pasar el resto de mi vida. Caso contrario el de Laura, quien no tenía en su agenda un noviazgo cercano.
Mientras más hablábamos y más nos conocíamos, más distanciado me veía de ver un futuro junto a ella. Por lo tanto, poco a poco, fui disfrutando y queriéndola como a una buena amiga, y nada más que eso.
Preguntas para interactuar:
¿Qué hacer cuando el amor llega pero los proyectos de vida son diferentes?
¿Hasta qué punto hay que renunciar a lo suyo por amor al otro?
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Uno de los temas más interesantes y riesgosos que debatíamos, era el del noviazgo y matrimonio. En su caso, ella estaba completamente concentrada en sus estudios de Ciencias Políticas, idioma francés como autodidacta, y soñaba con llegar a obtener una maestría en Teología. Sus planes de conocer Francia por su apego al idioma; visitar Israel por su fuerte relación con el cristianismo; y seguir descubriendo lugares de su amada Latinoamérica por cuestiones sociopolíticas.
En mi caso, mi meta era disfrutar del año que tenía por delante en Canadá, para luego volver a la Argentina a comenzar mi pastorado de fuerte inclinación juvenil. Junto a eso, se presentaba en forma clara la necesidad de encontrar a la mujer con la cual pasar el resto de mi vida. Caso contrario el de Laura, quien no tenía en su agenda un noviazgo cercano.
Mientras más hablábamos y más nos conocíamos, más distanciado me veía de ver un futuro junto a ella. Por lo tanto, poco a poco, fui disfrutando y queriéndola como a una buena amiga, y nada más que eso.
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jueves, 22 de septiembre de 2016
Capítulo 3 - ¿Por qué ahora?
Solo faltaban dos semanas para irme a Canadá, allá por julio de 2005… y sentía que había encontrado a la mujer de mis sueños, pero ¡en el tiempo equivocado!
Con 24 años aún no había tenido novia. En serio, ¡créanme! Así que no veía justo conocer a esta interesante joven a dos semanas de viajar al otro extremo del mundo.
Después de conocernos sólo pensaba en seguir en contacto con ella, y cómo serían mis días fuera del país después de este inesperado encuentro con alguien que me revolucionó tanto la vida.
Durante mis primeros meses en Canadá sólo me preocupaba por enviar la mayor cantidad de mails y mensajes de texto posibles para alegrar a mi amiga de Buenos Aires, y darle a conocer cuánto la apreciaba.
Día tras día, me levantaba por la mañana, encendía la computadora, y lo primero que hacía era enviarle un mensaje de texto a su teléfono móvil; o escribirle un mail para saber cómo se encontraba.
Extrañamente ella también esperaba cada día por esos mensajes diarios que, según dice, generalmente le alegraban el día. Esta chica en cuestión se llama Laura.
Preguntas para interactuar:
¿Te ha ocurrido que conociste a la persona ideal en un momento incorrecto?
¿Qué hacer cuando el amor y los proyectos personales se superponen?
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Con 24 años aún no había tenido novia. En serio, ¡créanme! Así que no veía justo conocer a esta interesante joven a dos semanas de viajar al otro extremo del mundo.
Después de conocernos sólo pensaba en seguir en contacto con ella, y cómo serían mis días fuera del país después de este inesperado encuentro con alguien que me revolucionó tanto la vida.
Durante mis primeros meses en Canadá sólo me preocupaba por enviar la mayor cantidad de mails y mensajes de texto posibles para alegrar a mi amiga de Buenos Aires, y darle a conocer cuánto la apreciaba.
Día tras día, me levantaba por la mañana, encendía la computadora, y lo primero que hacía era enviarle un mensaje de texto a su teléfono móvil; o escribirle un mail para saber cómo se encontraba.
Extrañamente ella también esperaba cada día por esos mensajes diarios que, según dice, generalmente le alegraban el día. Esta chica en cuestión se llama Laura.
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jueves, 15 de septiembre de 2016
Capítulo 2 - Escala con Propósito
Faltaban pocos días para que se realizara mi viaje a Canadá, y mi amiga Ana me invitó a que la visitara antes que me fuera del país. Como ella vive en el sur argentino, a cientos de kilómetros de distancia de mi casa, inevitablemente debía pasar por Buenos Aires. Así que pensé que no sería mala idea también conocer a la amiga de Ana con quien a esta altura ya teníamos comunicación frecuente en forma electrónica.
Efectivamente, el encuentro con esta chica fue un placer. ¡Casi sin darnos cuenta se nos fueron las seis horas de mi espera para tomar el próximo autobús!
No puedo negarles que la primera impresión que tuve de ella fue más que satisfactoria. Algo ya la había conocido por mail días antes, pero desde que la vi en persona, no me quedaron dudas que me interesaba esta nueva chica “desconocida”, que contaba con una alta concentración de buenas cualidades, conocimiento, buen humor… y por si faltaba algo, belleza.
Hablamos de todo un poco en esa oportunidad. De lo que hacíamos, de lo que aspirábamos a futuro, de nuestros principios e ideales, y nuestra forma de amar y vivir para Dios.
Fue tan bueno el encuentro de ida, que de regreso, luego de haber visitado a Ana, volví a encontrarme con su amiga de Buenos Aires. Y la frecuencia de horarios hizo que pudiera tomar el próximo autobús ¡recién dentro de doce horas!
Preguntas para interactuar:
¿Harías un viaje de 2500 kilómetros para visitar a una amiga que conociste en Internet?
¿Qué riesgos puede tener?
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Efectivamente, el encuentro con esta chica fue un placer. ¡Casi sin darnos cuenta se nos fueron las seis horas de mi espera para tomar el próximo autobús!
No puedo negarles que la primera impresión que tuve de ella fue más que satisfactoria. Algo ya la había conocido por mail días antes, pero desde que la vi en persona, no me quedaron dudas que me interesaba esta nueva chica “desconocida”, que contaba con una alta concentración de buenas cualidades, conocimiento, buen humor… y por si faltaba algo, belleza.
Hablamos de todo un poco en esa oportunidad. De lo que hacíamos, de lo que aspirábamos a futuro, de nuestros principios e ideales, y nuestra forma de amar y vivir para Dios.
Fue tan bueno el encuentro de ida, que de regreso, luego de haber visitado a Ana, volví a encontrarme con su amiga de Buenos Aires. Y la frecuencia de horarios hizo que pudiera tomar el próximo autobús ¡recién dentro de doce horas!
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miércoles, 7 de septiembre de 2016
Capítulo 1 - Todo por un mail
Se estaba acercando el invierno en la Argentina a mediados del año 2005, y yo estaba muy concentrado en preparar mi viaje a Canadá con la misión de cumplir por un año un servicio voluntario en un campamento cristiano. Eso acaparaba toda mi atención.
Curiosamente, ocurrió un episodio que me desconcentró hasta del mismo viaje.
Con su único afán de ayudar y ser de provecho en mis trámites previos al viaje –al menos, eso aparentaba–, mi amiga Ana (a quien conocí por email), me pasó la dirección, teléfono y mail de una amiga suya que vivía en la ciudad de Buenos Aires, y que podría ayudarme en la gestión de mis visas y demás trámites necesarios para la salida del país mientras estuviera en la ciudad porteña.
Por cuestiones de tiempo y actividades, no pude encontrarme con esta chica durante mis trámites en la capital Argentina, sino que sólo nos comunicamos por teléfono la noche antes de volver a mi natal Provincia de Entre Ríos...
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Curiosamente, ocurrió un episodio que me desconcentró hasta del mismo viaje.
Con su único afán de ayudar y ser de provecho en mis trámites previos al viaje –al menos, eso aparentaba–, mi amiga Ana (a quien conocí por email), me pasó la dirección, teléfono y mail de una amiga suya que vivía en la ciudad de Buenos Aires, y que podría ayudarme en la gestión de mis visas y demás trámites necesarios para la salida del país mientras estuviera en la ciudad porteña.
Por cuestiones de tiempo y actividades, no pude encontrarme con esta chica durante mis trámites en la capital Argentina, sino que sólo nos comunicamos por teléfono la noche antes de volver a mi natal Provincia de Entre Ríos...
Preguntas para interactuar:
¿Eres un "nativo digital"?
¿Crees en las amistades online?
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jueves, 25 de agosto de 2016
Prólogo del Libro
Sé que para muchos de ustedes, así como lo fue para nosotros, la etapa en que quisiéramos encontrar al amor de nuestras vidas puede ser sumamente conflictiva. Algunos son muy enamoradizos, y antes de terminar la escuela primaria ya están ansiosos por sentir cosquillitas en la panza; otros, en cambio, terminan la universidad, y ¡aún no están seguros si nacieron con sentimientos o no!
Lo cierto es que cada uno debe tener sus propias experiencias de cuán a menudo han querido comenzar un noviazgo, o han comenzado uno tras otro sin buenos resultados y, como conclusión, se encuentran aturdidos y decepcionados, con corazones rotos y sin mucho ánimo para seguir adelante.
Preocupados por el enamoramiento constante que encontramos entre los jóvenes y la facilidad que tienen a la hora de decidir salir o no con alguien, es que nació este libro.
Para darle mayor agilidad al Blog, decidimos resumir tanto como pudimos la historia, y así ahondar sobre el propósito de Dios en la vida de cada individuo, la natural atracción de uno por el otro, la responsabilidad de comenzar un noviazgo y el compromiso de amor que busca llegar al matrimonio.
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Preocupados por el enamoramiento constante que encontramos entre los jóvenes y la facilidad que tienen a la hora de decidir salir o no con alguien, es que nació este libro.
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