jueves, 1 de junio de 2017

Capítulo 26 - Nuestro fin sin fin

En la casa donde nos alojamos por esos días de vacaciones con la familia de Laura, no había la suficiente cantidad de camas para todos, así que se decidió que yo dormiría en la camioneta en la que fuimos.
Con todos los vidrios en alto para que no ingresaran los mosquitos, de igual manera pude escuchar la acalorada discusión que mantenían padre e hija fuera de la casa una de esas noches.
Poco pude dormir esa noche, y tan pronto como amaneció yo estaba fuera de la camioneta esperando por Laura. Ni bien la vi, le pedí que termináramos con nuestro noviazgo esa misma mañana, y diéramos punto final a este completo desequilibrio que hacía estragos, tanto a Laura, a mí, como a su familia. Pues para este entonces todos se veían de alguna manera involucrados en las continuas rencillas de su padre y Laura, y pagaban caro por ello… aún estando de vacaciones.
Ante mi planteo de terminar con nuestro noviazgo, ella me dijo que no, y que no podía tomar esa decisión por el simple hecho de que su papá no pudiera superar esto.

Seguimos hablando al respecto, coincidimos en que como novios nuestro amor seguía intacto, nos llevábamos muy bien, y todo hacía entender que nuestro futuro juntos era muy prometedor; pero también sabíamos que mientras su padre estuviera en medio de nosotros, la relación no funcionaría.
Finalmente ella se convenció que esto no tenía solución y que su padre no cambiaría, pero tampoco tuvimos el valor de terminar nuestro noviazgo en ese momento. Así que en realidad terminamos la conversación sin llegar a nada.

Preguntas para interactuar:

¿Cómo aceptar que el resto de la familia pague el precio del problema que el padre tiene con una de sus hijas?

¿Qué debería haber hecho el resto de la familia?

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