jueves, 1 de diciembre de 2016

Capítulo 12 - Valió la pena

Tratando de evacuar toda duda al respecto, con Laura pactamos hacer un ejercicio espiritual diario que nos lleve a tomar buenas decisiones. Cada día teníamos una cita con Dios de 15:30 a 16:30, en la cual le pedíamos que nos ayudara a resolver nuestros dilemas existenciales de trabajo y amor.
Entre tanto, sin demasiadas expectativas, pudimos tener un tercer encuentro en Buenos Aires, y aunque siempre veíamos nuestros encuentros como si fueran el último, este definitivamente lo sería.
En días más ella partiría a México a cumplir con lo que Dios había puesto en su corazón como misión, y yo ya estaba en trámites por visitar una iglesia de la cual había recibido una invitación no muchos días antes.

Fue en esta oportunidad cuando nos dijimos por primera vez “te amo”, y sentimos la vulnerabilidad que se puede llegar a tener cuando se lo dice de verdad y a corazón abierto.
Finalmente nos dijimos adiós, nos deseamos un feliz y radiante futuro en el lugar que Dios quisiera que estemos, con la persona que Él nos presente en el camino; y en un mar de lágrimas, solo atinamos a hacer juntos una oración a Dios, encomendándonos a Él, rogándole que si había alguna remota posibilidad de pedirle un milagro, hiciera lo posible por que nuestros caminos volvieran a cruzarse para siempre, ya que solo Él podía llegar a hacerlo.
Coincido con Laura, cuando decía que aunque nunca más nos hubiéramos vuelto a ver, de todas maneras había valido la pena haber intentado conocernos y disfrutar tanto el uno del otro.

Preguntas para interactuar:

¿Has permitido que Dios intervega en tus decisiones sentimentales?

¿Qué ejercicio espiritual te ha dado resultado? 

Conoce más acerca de nosotros en www.ministerioenconstruccion.com
Descárgalo ahora mismo -->> http://www.librosconvoz.com/#!/producto/48/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario